El 20 de mayo de 1902 se establece la república neocolonial. Su primer presidente, Tomás Estrada Palma, contaba con el visto bueno de las autoridades norteamericanas como posible freno a la ascendencia del liderazgo militar más radical en la vida política del país.
La peculiar austeridad del Presidente Estrada Palma le hizo ganarse un prestigio de honestidad mucho más cimentado por la desfachatez de los que le sucedieron en la jefatura del gobierno y se hizo reelegir mediante elecciones fraudulentas que inauguraron una invariable tradición en la historia de la República.

El hecho provocó la sublevación del opositor Partido Liberal, desencadenando los acontecimientos que condujeron a una nueva intervención norteamericana. Durante casi tres años, 1906-1909, la Isla se mantuvo bajo la administración estadounidense, período que contribuiría a definir los rasgos del sistema republicano con una curiosa combinación de normalización jurídica y corrupción gubernativa.
El generalizado repudio a la injerencia norteamericana y la corrupción gubernamental dieron lugar a diversas corrientes de expresión de las reivindicaciones nacionalistas y democráticas. Surgieron movimientos como el estudiantil que manifestaba un marcado radicalismo que asumía francas proyecciones revolucionarias bajo la dirección de Julio Antonio Mella, el movimiento obrero, había seguido también un curso ascendente matizado por huelgas como la de los aprendices en 1902 y la de la moneda en 1907 entre las más importantes. Esto provoco una serie de medidas reformistas que apenas afectaron las estructuras de propiedad agraria y de dependencia comercial que bloqueaban el desarrollo del país.
La corrupción administrativa se complementaba con el auspicio de numerosas bandas al más puro estilo gangster, que utilizaron para expulsar a los comunistas de la dirección de los sindicatos en medio de la propicia atmósfera de la guerra fría. La repulsión a la bochornosa situación imperante fue canalizada por el movimiento cívico político de la ortodoxia, cuyo carismático líder, Eduardo Chibás, auguraba un triunfo ortodoxo en las elecciones de 1952, pero todas las esperanzas fueron frustradas en 1951 cuando en medio de una encendida polémica con personeros gubernamentales, Eduardo Chibás se quito la vida.
El 10 de marzo de 1952, una sonada militar favorable a los intereses norteamericanos y algunos sectores de la burguesía criolla, comandados por Fulgencio Batista, tomó el poder impidió la celebración de las votaciones.
Estados Unidos dio el paso al nuevo gobierno y los políticos de los viejos partidos, tan acostumbrados a sus politiquerías, comenzaron a colaborar con Batista. En los primeros momentos solamente los estudiantes de La Habana constituyeron un foco de resistencia radical al régimen de Batista.
Formalmente Batista mantuvo vigente la constitución de 1940, pero suspendió las libertades de expresión, reunión y prensa. Suspendió el derecho de huelga y prohibió la actividad de todos los partidos políticos.
La inercia e incapacidad de los partidos políticos burgueses contrastó con la beligerancia de los sectores populares, en especial de las generaciones jóvenes y movimientos encabezados por Fidel Castro, un joven abogado cuyas primeras actividades políticas se habían desarrollado en el medio universitario y las filas de la ortodoxia. Preconizando una nueva estrategia de lucha armada contra la dictadura, Fidel Castro se dio a la silenciosa y tenaz preparación de esa batalla.
El 26 de julio de 1953, aproximadamente al año de la subida de Batista al poder, un grupo de jóvenes encabezados por Fidel Castro atacaron simultáneamente el cuartel Moncada de Santiago de Cuba y un cuartel de la ciudad de Bayamo. Ambos ataques fracasaron. De 160 atacantes que habían tomado parte en los asaltos, la mitad fueron capturados durante los dos primeros días y tras ser torturados se les fusiló extrajudicialmente.
Los que como Castro aguantaron unos días más en los bosques lograron conservar la vida, pero fueron juzgado y condenado a severas penas de prisión. En el juicio que se les siguió, el joven líder revolucionario pronunció un brillante alegato de autodefensa y su célebre frase: “La Historia me absolverá”, en el cual fundamentaba el derecho del pueblo a la rebelión contra la tiranía y explicaba las causas, vías y objetivos de la lucha emprendida. Este alegato se convirtió en el programa de la revolución.
Durante el juicio Fidel Castro responsabilizó al gobierno de la existencia de 700.000 cubanos sin trabajo, de las malas condiciones en las que vivían 500.000 trabajadores de las granjas que habitaban en chozas. Se refirió también a los jubilados a quienes funcionarios de la administración robaban sus pensiones, a los 100.000 pequeños granjeros que trabajaban unas tierras que no eran suyas, a las 200.000 familias campesinas que no poseían ni un solo palmo de tierra. Pese a la brillante defensa realizada por el propio Fidel Castro, el tribunal militar le condenó a 15 años de prisión.
Entretanto, la dictadura enfrentaba el crítico descenso de los precios del azúcar. Para contrarrestar sus efectos depresivos, el gobierno inicia una movilización compulsiva de recursos financieros que, en proporción apreciable, terminarían en las arcas de los personeros del régimen. En un intento de la tiranía de Batista por legalizar su estatus mediante elecciones en 1954, la circunstancia fue aprovechada por el movimiento de masas que en 1955 ascendió de manera significativa. En 1955 la promulgación de una amnistía general puso en libertad a Fidel y a los demás compañeros, que para aquel entonces habían adoptado el nombre de Movimiento del 26 de julio. En ese momento Castro se dirige a Estados Unidos y posteriormente a México, donde conoce al Ernesto Guevara y desde allí presenta su dimisión pública como miembro del partido ortodoxo.

El 2 de diciembre de 1956, Fidel Castro desembarcaba al frente de 82 hombres del yate Granma en las Coloradas, provincia de Oriente. Se preveía que coincidiendo con la llegada del Granma se produciría un alzamiento popular en Santiago de Cuba al frente del cual se encontraría Frank Pais, pero un retraso en la travesía dos días más de lo previsto cambio todos los planes y obligó al grupo de insurrectos desembarcados a dirigirse a la Sierra Maestra, en la parte meridional de la isla, una zona que incluye las montañas más elevadas de Cuba, cubiertas de bosques, con unas dimensiones de unos 160 kilómetros de largo por unos 40 de ancho.
En feroces combates y batallas en Santo Domingo, El Jigüe, Vegas de Jibacoa, y otros, las tropas rebeldes derrotan a los batallones de Batista que logran penetrar en la Sierra y los obliga a retirarse. Ese es el viraje definitivo. Los partidos de la oposición burguesa, que hasta entonces han maniobrado para capitalizar la rebeldía popular, se apresuran en reconocer el indiscutible liderazgo de Fidel Castro. El 20 de noviembre, el Comandante en Jefe de las tropas rebeldes, Fidel Castro, dirige personalmente la batalla de Guisa, que marca el comienzo de la definitiva ofensiva revolucionaria. Mientras los comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, avanzaron hacia la provincia de Las Villas. En esa zona ya operaban diversos grupos de combatientes, entre otros los del Directorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular.
La actuación de la guerrilla aceleró la descomposición del corrupto régimen de Batista, que pese a que empleó todos sus recursos militares y policiales contra la guerrilla y contra la población en general iba perdiendo armas, efectivos y territorios en favor del ejército rebelde.
El primero de enero de 1959, Batista abandona el país en una maniobra de última hora, orquestada por la embajada norteamericana.
Apenas instalado en el poder, el gobierno revolucionario inició el desmantelamiento del sistema político neocolonial. Pero también de forma simultánea comenzaron los actos hostiles de Estados Unidos.
La designación del Comandante en Jefe Fidel Castro como Primer Ministro en el mes de febrero, imprimió un ritmo acelerado a las medidas de beneficio popular, pero esto conllevo reacciones estadounidenses; en 1959, aviones lanzaron bombas sobre La Habana, posteriormente a principios de 1960 Estados Unidos tomó las primeras medidas económicas contra Cuba.
La CIA había recibido instrucciones concretas en orden a derribar el gobierno revolucionario, la Casa Blanca aprobó un plan de invasión. El plan consistía en hacer desembarcar un cuerpo expedicionario de cubanos exiliados, proclamar la existencia de un gobierno provisional en la cabeza de puente establecida y reclamar la ayuda de la OEA para justificar finalmente la intervención militar americana.
La invasión se dio el 17 de abril por la zona de Playa Girón, tras un bombardeo sorpresivo a las bases aéreas cubanas, en el sepelio de las víctimas de este ataque, Fidel Castro proclamó el carácter socialista de la Revolución, algo que se percibía ya a partir de las medidas tomadas en los meses finales de 1960, pero fueron menos de 72 horas las que necesito Fidel para aplastar a la brigada mercenaria que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) había tardado meses en adiestrar.
Estados Unidos había fracasado, un gran revés sufrido Kennedy, unos mil expedicionarios cayeron prisioneros. Entre ellos abundaban los hijos de familias acomodadas y los antiguos soldados de la dictadura.
En esas circunstancias adversas la Unión Soviética ofreció un tratado de ayuda y amistad, pero Kennedy ordenó el bloqueo económico y presionó a la OEA para que expulsara a Cuba de su seno.
Fidel Castro respondió a estas medidas con la Segunda Declaración de La Habana que afirmó el carácter socialista de la Revolución Cubana y volvió a condenar el imperialismo y la complicidad de los gobiernos latinoamericanos.
Cuba con suficientes argumentos ante la URSS pudo conseguir armamento, incluso atómico, instalaron rampas de misiles con cabeza atómica.
Estados Unidos estuvo dispuesto a desencadenar una guerra atómica antes que admitir la presencia de cohetes con cabeza atómica en suelo cubano. En 1962 el mundo vivió unos días de extrema tensión ante la posibilidad de que estallase una guerra atómica. Finalmente la crisis de los misiles se resolvió el 1 de noviembre de 1962 al ordenar Krucheff la retirada de los cohetes nucleares.
Pero también los problemas internos afectaban a Cuba, Fidel desarrolla una táctica política de masas y renuncia al puesto de primer ministro. En una comparecencia ante la televisión para explicar las causas de su renuncia, denunció la postura obstruccionista del Presidente. La abrumadora mayoría del pueblo exigió e impuso la renuncia de Urrutia, y en su lugar se nombró a un distinguido abogado, el Dr. Osvaldo Dorticós Torrado.
Eliminando tradicionales abusos contra la población, y con el fin de mejorar su nivel de vida, se produce la reforma agraria, revolución en material de vivienda, campañas masivas de alfabetización, reforma urbana en beneficio de la población, declaración de uso público de las playas del país, se inicia una vasta y esclarecedora campaña por la verdadera igualdad de todos los cubanos, no sólo ante la ley, sino también ante el trabajo, la educación y todas las manifestaciones de la vida social.
Un hito trascendental en este proceso sería la Ley de Reforma Agraria, la cual eliminaba el latifundio al nacionalizar todas las propiedades y entregar la propiedad de la tierra a decenas de miles de campesinos, arrendatarios y precaristas.
Otro hito fue la nacionalización de compañías como Texaco, Esso y Shell, empresas norteamericanas.
A consecuencia de todos estos actos, Cuba tuvo que abandonar el Banco Mundial y en enero de 1961 se produjo la ruptura definitiva de relaciones diplomáticas entre el gobierno de Cuba y los Estados Unidos.
En 1965, Ernesto Che Guevara, salió de Cuba argumentando que otras tierras del mundo requerían el concurso de sus modestos esfuerzos. Su última misión oficial como dirigente del Partido y del Estado, fue la de presidir en diciembre de 1964, la delegación cubana a Naciones Unidas y hablar en nombre de Cuba en la Asamblea General de ese organismo. En una importante reunión de dirigentes del Partido Comunista de Cuba, Fidel Castro da lectura a la conmovedora carta de despedida del Che. Había sido escrita en La Habana para ser leída en el momento oportuno. La carta hacía referencia a momentos significativos vividos junto a Fidel. En ella liberaba a Cuba de toda responsabilidad en la nueva misión guerrillera: “Hago formal renuncia de mis cargos en la Dirección del Partido, de mi puesto de Ministro, de mi grado de Comandante, de mi condición de cubano. Nada legal me ata a Cuba; sólo lazos de otra clase que no se pueden romper como los nombramientos. Otras tierras reclaman el concurso de mis modestos esfuerzos. Yo puedo hacer lo que te está negado por tu responsabilidad al frente de Cuba, y llegó la hora de separarnos”.
A pesar de todos los bloques, y de los golpes recibidos por los Estados Unidos, a partir de 1996 se produce la recuperación económica, una reanimación de importantes ramas de la economía cubana, el turismo, ha crecido a un ritmo promedio del 21% anual, pese a que el gobierno de EE.UU. ha prohibido a sus ciudadanos viajar a Cuba.
En 1997 agentes de la CIA desataron una ola de atentados en instalaciones turísticas de La Habana. Cuba es el país de mayor número de médicos per cápita en el mundo. Igualmente significativos son los índices logrados en la educación. La enseñanza preescolar abarca el 98% de la población infantil de 0 a 5 años; todos los niños de 5 a 11 años están escolarizados, y en la enseñanza media, que abarca los grados de 7mo. Y 9no, la escolarización alcanza el 95% de los adolescentes y jóvenes. Entre 1990 y 1998, pese a las carencias y demás dificultades sufridas durante el período especial, se graduaron más de trescientos mil profesionales universitarios, con lo que suman más de setecientos mil los que ha formado la Revolución en 40 años.
Pero los problemas externos y limitaciones continúan, recientemente la Unión Europea, aprobó sanciones contra Cuba, exigiendo cambios en el modelo económico y político de la isla para firmar cualquier acuerdo de cooperación. La razón esgrimida por la Unión Europea es que en Cuba se había aplicado la pena de muerte a tres personas. En toda Europa existe un rechazo prácticamente unánime a las ejecuciones capitales, incluso aunque éstas se lleven a cabo como consecuencia de procesos penales legales.
Tampoco se puede olvidar que durante cuarenta años la pena de muerte se aplicó con especial preferencia a los luchadores antifascistas y que en 1975 se sintió una amarga impotencia cuando las movilizaciones populares no lograron parar las últimas ejecuciones del franquismo. Está claro que la lucha por la erradicación de la pena de muerte en todos los países es una causa justa y progresista. No obstante, la Unión Europea no mide a todos los países por el mismo nivel.
Cuba no ha privatizado ninguna empresa nacional, y sólo admite inversiones extranjeras que aporten capital, mercado y tecnología en condiciones ventajosas para el país, con un control muy estricto por parte del Estado y con un plazo de finalización determinado.
Cuba, no recibe ni un dólar de los organismos financieros multilaterales, está sometida a un bloqueo implacable; pero sin embargo consigue mejorar año tras año sus indicadores de esperanza de vida, mortalidad infantil, calidad de enseñanza y sanidad pública, alimentación, etc.
La posición tan benévola de la UE con las administraciones corruptas del Tercer Mundo y su alianza con Estados Unidos en el cerco a los gobiernos rebeldes de Cuba y Venezuela, Bolivia, es poco ética y responde a los intereses de sus empresas multinacionales.
Responde además a la necesidad de tender puentes con la administración americana, con quien aspira a repartirse los recursos estratégicos de las naciones empobrecidas.
En conclusión, todo el accionar imperialista y en especial el yanqui ignora algo vital, que la historia insiste en recalcar, la resistencia de los de los pueblos, la inteligencia y la habilidad de la dirección revolucionaria, la justicia y la búsqueda de la libertad es una lucha a la que nunca se renunciará.
Referencias Bibliográficas